Desorientación en ancianos

La desorientación en ancianos puede llegar a causar una gran angustia a los cuidadores y familiares de la persona. Incluso se puede pensar que la persona mayor sufre algún tipo de demencia. No obstante, no siempre es así.

Este trastorno presenta síntomas tales como distracción fácil, ideas o conversaciones incoherentes, cuadros de alucinaciones, alteraciones del sueño, comportamientos agresivos, etcétera. Si la situación se agrava es necesario ingresar a la persona, ya que puede llegar a perder la noción del lugar en el que se encuentra y no reconocer a sus familiares. Evidentemente, esta situación puede ser bastante dolorosa para el círculo cercano.

Cuando te encuentras en un momento así, es importante que, primero de todo, mantengas la calma. Es necesario que acudas a un profesional de la salud y le expliques la situación, ya que nos encontramos ante un caso de urgencia médica. Una vez determinadas las causas que han producido este estado, se puede poner el tratamiento adecuado, ya que no hacerlo puede complicar la situación.

Causas de la desorientación en ancianos

Hay varios factores que pueden provocar la desorientación en ancianos. A continuación, te detallamos algunos de los más comunes:

  • Bajos niveles de sodio y potasio en sangre.
  • Enfermedades que causen cuadros de deshidratación.
  • Reacciones adversas a algún tipo de tratamiento farmacológico.
  • Enfermedades infecciosas respiratorias.
  • Cambios de ambiente, falta de sueño o fatiga.
  • Trastornos cognitivos previos.

Consejos para afrontarla

Es totalmente imprescindible un diagnóstico médico para poder afrontar este trastorno con garantías. No obstante, hay una serie de pautas que puedes seguir y que te van a ayudar a llevar todo el proceso de una manera mucho más amena. Estas son algunas de las más destacadas:

  • Es importante tener una buena atención médica. Hay que hacer un seguimiento exhaustivo de la salud del paciente para tener controlados todos los aspectos.
  • Tratar al anciano de una forma afable. Se deben evitar los gritos y las malas maneras. No hay que hacer sentir culpable a la persona.
  • Intentar que la persona mayor mantenga sus rutinas habituales dentro de sus posibilidades. Puede salir a comprar, tomar un café, etcétera, pero en todo momento debe de ir acompañado.
  • El ambiente familiar debe ser totalmente relajado y no mostrar signos de estrés o ansiedad.
  • En caso de que la familia no pueda hacerse cargo de la situación, derivarla a cuidadores profesionales o servicios asistenciales.

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Podemos ayudarte

Cuando nos encontramos con un caso de desorientación en ancianos, puede ser que no sepamos cómo gestionar la situación y que nos acabe desbordando. En casos así, puede ser necesario acudir a profesionales. En MV Geriatría contamos con los medios indispensables para brindarte todo el apoyo necesario y disponemos de una amplia carta de servicios en un entorno totalmente agradable. Para cualquier consulta, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

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